Cuidarte no es debilidad. Es sabiduría y amor propio. 🌿
Publicado el 13 de julio de 2025 | por Johanna A.
También fue humano. Caminó calles polvorientas. Sintió el peso de expectativas ajenas. La tristeza de las despedidas. El cansancio de los días largos. La necesidad de detenerse.
Aquel a quien muchos reconocemos como el Hijo de Dios, no vivió como si fuera indestructible. Se detenía. Respiraba. Se cuidaba.
🌿 Buscaba momentos de soledad.
A veces, se alejaba del ruido y de la gente para estar a solas consigo mismo.
Necesitaba silencio.
Necesitaba reconectar.
Porque cuidar el alma también es saber cuándo hacer pausa.
🌿 Reconocía sus emociones.
No escondía el llanto. Lloró por la pérdida, por la compasión, por amor.
Lloró sin vergüenza.
Nos mostró que sentir no es un error, es parte de vivir plenamente.
🌿 No caminaba solo.
Pidió compañía. Dijo “quédense conmigo”.
No quiso cargar todo en silencio.
Entendía que abrir el corazón a otros también es fortaleza.
🌿 Descansaba.
Se permitió dormir, incluso en medio de la tormenta.
No por desinterés, sino porque sabía que el descanso también es parte del camino.
Cuidarse no es abandonar el propósito, es sostenerlo mejor.
🌿 Sabía decir "no".
No todo lo urgente era su prioridad.
No se dejó arrastrar por la prisa ni por la culpa.
Escuchó su interior y eligió desde la paz, no desde la presión.
💬 Si Él, con toda su misión, se detuvo para cuidar su alma... ¿por qué tú no podrías hacerlo?
Tal vez hoy tú también necesites: Silencio. Lágrimas. Compañía. O simplemente, dormir sin culpa.
Eso no es debilidad. Eso es sabiduría.
Porque el alma —como el cuerpo— también se desgasta. Y aprender a cuidarla es un acto de amor profundo.
No importa en qué creas o cómo llames a lo sagrado. El cuidado interior es un lenguaje universal.
Así lo vivió Él. Así lo puedes aprender tú. 🌿